jueves, 2 de diciembre de 2010

Fútbol en el barrio alto


Cita diaria, prolongada generación tras generación, en el recinto cerrado del mercado de los gochos. Todas dieron buenos futbolistas.

Ahí se iniciaron, entre otros, Castor (Arnao), Elmo (Carbayedo), los manganes Jesús, Gerardo, Marino y Abraham (R.Avilés), Sabino (R.Avilés), Poldín (R.Avilés), Jesús güeyinos (Carbayedo), Robledo (Carbayedo, R.Avilés, R.Madrid), Cuco (Arnao, Praviano, R.Avilés), Chelona (R.Avilés, C.Leonesa, Ferrol), Ignacito (Carbayedo, Praviano), Raúl el de Elvira (Miranda, Hispano), Luis el gordo (Miranda), Chinín (R.Avilés, C.Leonesa, Ferrol), Florín el mangán (R.Avilés, R.Gijón), Cabo (Miranda), César el pachaco (Cende), Basora (Carbayedo, R.Avilés), Julio (La Carriona), Coto (Carbayedo, R.Avilés), Mario (Carbayedo), Gallego (R.Avilés), Catruli (La Carriona), Monchín (R.Avilés, Granada), Beto el pachaco (Carbayedo), Carlonchi (Miranda) , etc.

Un día sí y otro también había fútbol en el Carbayedo. A más no tardar la una y diez y con la comida en la boca, efectuado el reparto de contricantes, empezaba a rodar la pelota, a veces recogida en el prado del Marqués, frente a la huerta de la pachulina, del recreo del Instituto Carreño Miranda.

No había árbitro, nos sancionábamos unos a otros.

Como atuendo, el de cada uno, el mismo que para ir al trabajo, que se iniciaba entonces a edad temprana, sobre los 14 años. Los que trabajaban, tan pronto oían la radio de algún vecino dando el parte de las dos y media, salían corriendo para la empresa. Otros, sin trabajar o estudiando, continuaban dándole patadas a la pelota.

Había dos porterías, una en la zona alta (casi al frente de La Arcea) y la otra abajo (donde La Garnacha). Los palos se marcaban con prendas. En la de abajo el poste izquierdo era un árbol.

Se jugaba más cómodo tirando para abajo, que se decidía por sorteo.

Se procuraba que la pelota no entrara en Casa María la chula, por que no la devolvía. En una ocasión entró tras ella César el pachaco, que se escondió debajo de una mesa sin darse cuenta María, que apareció a la puerta regañando y avisando que no la devolvía ... Reunidas unas perronas entramos a tomar algo y fue fácil que César se nos uniera y saliera rescatado, con la pelota.

El resultado se olvidaba nada más terminar de jugar, podía haber algún comentario, pero breve. Era todo muy sano.

Un problema para jugar, era el guri. Estaba prohibido jugar a la pelota. Prohibición por demás ridícula. - No se molestaba a nadie y la diversión acaparaba nuestra dedicación -. Sobre las dos, solía aparecer el guardia municipal por Galiana y al aviso de "el guri, el guri" todos a correr hacia la carreterina, para volver poco después.

Derribado el paredón y realizados espléndidos arreglos en el Carbayedo, los partidos pasaron al olvido.


5 comentarios:

  1. Julio Argüello López7 de abril de 2011, 4:53

    Hoy me avisan de que una hija de César "el pachaco" quiere ser mi amiga en Facebook para enseñarle cosas a su padre del Carbayedo. ¡Encantado!.
    Ana, enséñale esto del fútbol para que te lo corrobore y, de paso, que te cuente algo que le ocurrió en "el pozón", cuando se estaba bañando y apareció su abuela...

    ResponderEliminar
  2. Hola mi suegro era Gerardo "el mangan" y echo en falta alguna foto antigua, y se que hay muchas, y que hay pocas entradas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, amigo:
      Gracias por leerme.
      Siendo cuñado de Gerardín, seguro que te conozco.
      Qué más quisiera yo que tener una foto, una sola, de tu suegro, a quién conocí y traté a diario por el barrio alto.
      Recuerdo que me contaba que había fichado por el R.Oviedo por 5.000 pesetas, poco menos que un capital.
      Si me dejas tu correo cualquier día, ¿quién sabe?, consigo algo y te lo enviaría, lo mismo que te agradezco a tí si tú la logras.
      Mi correo: julio.arguello.lopez@gmail.com

      Eliminar
  3. Que casualidad el comentario de Gerardo el Mangan lo habia hecho yo, pero no habia vuelto a entrar en el bloog y ya ves Julio ahora te conozco por otra vis, saludos

    ResponderEliminar
  4. Hola, Pili:
    Ahora sí, estaba despistado, pensé que se trataba de un varón, y no me cuadraba, y más desconociendo lo de Jesús, tu marido.
    Espero alegrarme pronto, conociéndoos personalmente.

    ResponderEliminar