viernes, 29 de marzo de 2013

"El Campo de Caín" (2 de 5)


(Del libro "AVILÉS", escrito por Manuel Álvarez Sánchez, impreso en 1927)

Parte - II -

Habían las campanas de la iglesia anunciado la hora del Angelus al caer de la tarde, costumbre hermosa del pueblo cristiano, y por las calles de Sabugo polulaban personas de uno y otro sexo, que después de abandonar el trabajo a que se habían dedicado por el día, se dirigían a sus respectivos hogares para descansar. 

Algo grave, anormal, había pasado en la parroquia, pues menudeaban los corrillos y el cuchicheo se sentía bajo los soportales, moviéndose todos de una parte a otra en busca de noticias. 

Alguien había visto en el campo fangoso, que existe al oeste del pueblo, sombras como de hombres que se acercaban, chocaban entre si, caían, se levantaban, volvían a caer, y, por fin, huían; quienes decían, habían oído voces humanas que con lastimero acento pedían socorro; quienes, por último, afirmaban haber visto en el campo de Bogab levantarse junto al Crucero una sombra que parecía de un hombre, andar alrededor de la cruz y, en ademán descompuesto, correr, vacilando por momentos en la dirección que había de seguir, hasta que, al fin, desapareció, salvando los prados de Cantos que median entre la Rivera y la Mareuca.

El pueblo estaba preocupado, pero nadie se atrevía a poner en claro la cuestión, trasladándose al sitio, origen del suceso, todos interpretaban de distinta manera lo sucedido, si bien la mayor parte de las personas, acomodándose a las circunstancias de los tiempos, convenían en que se trataba de un hecho sobrenatural.

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