lunes, 25 de marzo de 2013

El Castillo de Gaxin (3 de 4)

     (Del libro "AVILÉS", escrito por Manuel Álvarez Sánchez, impreso en 1927).

Parte - III -

Crecía el nuevo descendiente de Albar bajo el cuidadoso amparo de sus padres, pero éstos no podían, a pesar de su vigilante celo, apartar del niño ciertos instintos muy contrarios a los hermosos sentimientos de caridad, que los condes procuraban inculcar en su tierno corazón: se complacía el infante en torturar a los pajaritos y en hacer otras travesuras de siniestro proceder, y aunque los padres, para acostumbrarle a la práctica de la caridad, procuraban que el niño distribuyese las limosnas a los pobres, notaban en el condesito cierta repulsión en el ejercicio de esta hernosa virtud.


Muertos los condes, debido en parte a los disgustos que les causaba la conducta poco edificante de su hijo, quedó éste, joven aún, heredero de un gran patrimonio; el pueblo había previsto que el nuevo dueño del castillo olvidaría pronto la tradicional costumbre de sus antepasados y que, por tanto, desaparecería la caridad de aquella noble familia, en donde había estado vinculada.


No se hizo mucho esperar tan triste presentimiento.

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